Y bien, están acá. Ya estamos transitando la última vuelta al sol de esta década. Cada año implica una oportunidad de mirar para atrás y ver cómo transcurrió el último año y pensar cómo imagino y qué deseo para la etapa que arranca, más allá de lo que se pide al soplar las velitas.
- Creo que hay un capítulo que definitivamente cierro con esta edad, a fuerza de golpes del reloj biológico y es el de la posibilidad de ser mamá de nuevo. Pero como verán nunca puedo cerrarlo del todo.
- Espero poder capitalizar todo lo aprendido. Aspiro a poder hilvanar de alguna manera muchos de los frentes abiertos en el año que pasó. Hoy por hoy veo que los venti fueron años de tener muchas posibilidades abiertas, donde yo veía muchas vidas posibles por vivir. Ya en los treinti supe cuál de todos era el camino elegido y me fui despidiendo de las vidas que no iba a vivir. Al ir cerrando esta década me concentro en poder disfrutar los logros. Dejo de vivir como una carrera desenfrenada por tener más (entiéndase que no es solo material), hacer más, y poder disfrutar de los logros. Hasta cuándo correr y correr? Pero este parate, este ya llegué a veces tiene un lado B en el que uno se pregunta y ahora qué. Como vivir más en calma sin tampoco dejarse morir de a poco.
Y es en ese sentido que en el último tiempo empiezo a vislumbrar que la vida adulta también puede tener sus capas. Que ahora que ya pasé por tantas discusiones conmigo misma y que en muchos temas llegué a un acuerdo tengo permiso implícito para pensar que lo ya resuelto me sirve de plataforma para otras posibilidades. Algunas cartas ya están barajadas, pero puede haber otros juegos por jugar. Y esa forma de ver lo que sigue es una de las visiones más recientes, que no me vino del aire sino en una hermosa sobremesa con amigas. Y de repente me abrió una mirada diferente del futuro.
- En el mucho más acá, en el día a día que componen una vida me propongo y me sigo proponiendo encontrarle el disfrute al trabajo y seguir hallando el disfrute en la vida que va más allá del Blíndex, más alla de las 15.30 horas. Ojalá siga encontrando el mismo placer en la jardinería, en el tejido, en la cocina y en las otras manualidades que siempre aparecen. Pero fundamentalmente deseo poder ser una persona más calma y más alegre. Por mí y por los que están cerca mío, sobre todo los que están muy cerca. Ayer no lo mencioné pero en el último tiempo (y en muchos otros momentos de mi vida) me acosaron repentinos estados de mal humor, que duran a veces demasiado y la verdad que ni a mí me dan ganas de estar conmigo. Quiero que esos momentos no aparezcan más, o al menos saber por qué aparecen.
Una amiga de las más antiguas que tengo me dejó hoy como deseo que sea feliz o al menos que no me canse de intentar serlo. Hoy me quedo con eso para cuando sople las velitas
Gracias por compartir este momento conmigo.